La implementación de un sistema de sello electrónico para certificar ingresos y salidas del país ha blindado a Migración contra fraudes, al tiempo que elevó los estándares de seguridad.

El programa de cómputo, creado por los técnicos en informática de esa dependencia y denominado Sistema de Movimiento Migratorio Electrónico (Simmel), entró en funcionamiento el 13 de octubre en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

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Próximo paso serán las huellas digitales
De esa terminal, se ha extendido a otros ocho puestos migratorios,, como los de Peñas Blancas (en la frontera con Nicaragua) y de Paso Canoas (en la zona limítrofe con Panamá).

Los equipos no solo capturan la información contenida en la banda magnética de los pasaportes, sino que en cuestión de segundos verifican si en contra del viajero existe algún impedimento de entrada o de salida.

También detecta órdenes de captura emitidas por la Policía Internacional (Interpol) o el Poder Judicial. Así lo comprobaron dos personas detenidas por esa causa el año anterior.

“El sistema vino a incorporar medidas altas de seguridad en los sistemas migratorios. Implica una reconceptualización del trabajo”, explicó el director de Migración y Extranjería, Mario Zamora.

Gracias a que el software fue desarrollado por la institución, solo se tuvo que invertir ¢70 millones en la adquisición de 90 impresoras.

“Es un precio sumamente bajo. De haber comprado (el software ) a través de proveedores externos, al país le hubiera costado varios millones... y de dólares”, aseveró Zamora.

Novedades. Cheily Flores, jefa de Migración del aeropuerto Juan Santamaría, comentó que el sello de entradas y salidas al país tiene una particularidad: cada uno es único e irrepetible.

“Ahora no se utilizan los sellos de hule. El sello electrónico tiene un consecutivo único para cada pasajero.

Es decir, cada vez que una persona ingresa al país, se le asigna un código (en el pasaporte)”, detalló la funcionaria.

Debido a lo anterior, las autoridades pueden verificar tanto la información del viajero como la del funcionario que lo registró. En el pasado, falsificadores confeccionaron sellos de hule similares a los de Migración.

Pero este sistema electrónico va más allá, pues también capta los datos digitales de cada persona y los guarda en una base de datos.

“Al grabar la información, se eliminan los problemas por errores en la digitación. Este es un sistema inteligente que emite alertas”, acotó Flores. Así lo hace en caso de visas restringidas.

Simmel, por ejemplo, impidió en tres ocasiones el ingreso de un extranjero que es investigado la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS).

El hombre primero procuró entrar por el Santamaría. Allí fue rechazado. Luego, hizo otros dos intentos por tierra, pero el sistema de cómputo de Peñas Blancas y Paso Canoas emitió la alerta.

Por medio del programa también es posible consultar las fotografías de los pasajeros costarricenses o de personas con cédula de residencia aquí. Eso es fundamental en caso de dudas.

Simmel aún falta por ser implementado en los puestos migratorios de Sixaola, playas del Coco, Sabalito, Quepos y el aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas. En este último lugar, de acuerdo con Zamora, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) debe mejorar el soporte eléctrico para que el sistema funcione.



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